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páginas vividas 60

En casa no había recursos suficientes para financiar la Universidad y había que encontrar trabajo con la ilusión pero, de seguir estudiando. Aprobada la reválida, en agosto del 63 entré a trabajar en "Materiales para Edificar SA", y me matriculé de los estudios mercantiles, donde coincidí con otros compañeros, Josep Miret y Miquel Sendra, que ya trabajaban en Caja Penedès.

Por otra parte, diariamente iba a la Caja a realizar operaciones porcuenta de la empresa. Todavía veo, apoyada en la puerta principal, la bicicleta de la Caja que los botones sucesivos, Just, Rubires, Arayo, Ramón Carbó, Freixedes, utilizaban para repartir cartas a los clientes, y al Sr. Rosendo, uniformado de conserje, siempre vigilante.

El Sr. Giralt, el Interventor, fue quien me sugirió que me presentara a las oposiciones para auxiliar administrativo. Yo no lo tenía claro del todo, pero ahora visto a distancia, posiblemente para mí era una salida natural, casi obligada. Me incorporé el primero de julio de 1964 y el Sr. Carbó me hizo firmar el contrato. Tres mil cincuenta pesetas al mes, menos que en Materiales, pero con las pagas extras, que como venían mal repartidas, había meses que te hacían sentir millonario.

A título profesional, lo más importante era haberme incorporado a una entidad en la que todo el mundo se conocía y se ayudaba, en una especie de clan al que te sentías orgulloso de pertenecer y que te daba la seguridad de que los conocimientos progresivamente adquiridos, podían garantizarte un trabajo para toda la vida.

En el ámbito profesional hice un buen aprendizaje: medio año en el departamento de compensación, diez meses en el departamento de Imponentes junto a Isidre Aymerich y a Joan Bonell. El mejor recuerdo de aquellos tiempos es el de los compañeros.

La primera cena de empresa, la despedida de soltero de Pedro Llosas con tortilla a la paisana en el restaurante Cal Joan de la Estación, y la primera excursión de todos los empleados de la caja, y señoras, que cabíamos en un autocar. Un fin de semana en Olot, en el Hotel Montsacopa y visita a la oficina de la Caixa de Manlleu en Vic. La letra de la canción coreada en el autocar decía
"La misma Caixa, el mismo trabajo,
todas las tardes a currar,
todo el verano, haciendo horas extras y
ya veremos quien las va a cobrar".

fotopetitaFue un privilegio trabajar a las órdenes del Sr.. Carbó. Los más jóvenes su nombre quizás no os dirá nada, pero fue un luchador por la Caja, que detrás de un temperamento un poco fuerte escondía una gran humanidad y preocupación por los empleados. Conocerlo y tratarlo, al igual que a los demás compañeros me fue descubriendo todo un mundo de experiencias personales que hasta entonces ni siquiera había intuido.

fotopetitaEl salto a oficinas se produjo de una manera totalmente improvisada, fue un salto sin red. Un día el Sr. Giralt me llevó a San Quintín de Mediona, me dio las llaves de la oficina, me dejó el diario de operaciones y la documentación del día anterior como muestra, y ... ya fui Delegado.

De 1967 a 1970 se incorporan las primeras mujeres en la plantilla, M ª Asunción Guasch Queraltó, Rosa Maria Masachs Güell, Elena Almuzara Serrado, María Rosa Ferré Galimany y Rosa María Salt Piñol, pioneras de todas las que más adelante han aportado, entre otras cualidades, un toque especial de sensibilidad y gracia a la tarea profesional diaria.

De 1966 a 1968 estuve de jefe de oficina en Cervelló. Allí aprendí mucho y disfruté aún más. El trabajo era variado y exigente: Tengo un excelente recuerdo de este periodo, los clientes que se fueron convirtiendo en amigos, y de la variedad y amplitud de tareas profesionales que tuve la oportunidad de desarrollar.

fotopetita Un hito para mí histórico, la organización de la fiesta de homenaje a las personas mayores, en competencia directa con la Caja de Pensiones.

La apertura de la oficina de Els Monjos, el verano del 68, fue casi testimonial ya que el mes de septiembre me fui a hacer el servicio militar.

Inauguración Oficina Sta. Margarida i els Monjos 27/7/1968

Hay que decir que durante el servicio militar seguíamos cobrando una parte del sueldo, (no recuerdo si era el 60% o el 70%)la mili

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