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cambios operativos

En 1970, se inicia el proceso de mecanización con la compra de un equipo NCR para el procesamiento de datos. Cuando volví del servicio militar en enero de 1970, la primera tarea fue participar en la captura de la información para mecanizar los préstamos, y aprender nueva terminología, campos, registros, relaciones, bases de datos, bytes, Century-200, y oír hablar por primera vez de nanosegundos. Equipo electronico N.C.R. 500


La progresiva introducción del teleproceso, que permitía la conexión de las oficinas con el ordenador central, en Vilafranca. fue cambiando la manera de trabajar e incluyó en nuestro vocabulario financiero más tradicional la expresión, "lo siento, pero no hay línea" La culpa era siempre de Telefónica.

Aparecen nuevos servicios relacionados con las transferencias de fondos, como la venta de cheques de viaje. La CECA emite sus cheques de 500, 1.000 y 5.000 pesetas. El cliente los paga al comprarlos, se anota el DNI y firma en presencia del empleado. Para cobrarlos los vuelve a firmar en la oficina de la caja pagadora.
Empiezan a operar las tarjetas de crédito (Diner's Club, Master Charge) y los "Eurocheque" que combinan tarjeta y talonario.

En 1973 aparece la tarjeta 6000 que son cheques garantizados por las cajas hasta una máximo de 6.000 pesetas.

Otro servicio era el de Intercambio de operaciones, que permitía a los clientes, durante dos meses, realizar operaciones de imposición o reintegro en cualquier oficina de las cajas confederadas. En las libretas se estampa un sello con una diligencia de "Saldo reconocido y conforme ...", y se entrega la Tarjeta de impositor, que lleva ocho cupones taladrados y numerados. Las anotaciones en la libreta se hacen con bolígrafo y en cada operación se adhiere un cupón al reintegro firmado.

Finalmente en 1975 se pone en funcionamiento el sistema de intercomunicación de Cajas de Ahorros (SICA), que une las oficinas principales y las oficinas más importantes de todas las cajas con todos los equipos situados en la CECA y los terminales SICA en cada entidad .

Hasta la apertura del proceso de reforma política de 1977, se puede decir que entre cajas y bancos se había llegado a una especialización: las cajas de ahorros se dedicaban al ahorro de los particulares y los bancos, a las empresas. A partir de la reforma ya no será así: bancos y cajas competirán por unos mismos segmentos de población, particulares y empresas, aunque, en relación a las empresas, las cajas se especializarán en las pequeñas y medianas.

A partir del año 1977 se equipara en la actividad financiera, las Cajas con los Bancos y comienza un proceso de desregularización progresiva de las inversiones obligatorias que provocará una transformación profunda en los productos de la Caja, y también en el trabajo de los auditores internos.

Así, a los depósitos de ahorro tradicionales de las cajas se añadirá la oferta de los llamados productos de terceros: los activos de terceros creados por las mismas cajas como las cédulas hipotecarias, las obligaciones subordinadas y los bonos de tesorería, la intermediación de los activos creados por terceros y cedidos a clientes de las cajas, como los certificados de depósito, pagarés, letras del tesoro, y la comercialización de los productos de seguros y fondos de pensiones.

Aunque la Orden de 31 de enero de 1977 ya había reducido los coeficientes obligatorios al 70%, es a partir de la Orden del Ministerio de Economía de 23 de julio de 1977 que se inicia el verdadero proceso de reducción de estos coeficientes, con la voluntad de estabilizarse en el 35%, señalando un calendario de reducción del 0,25% mensual y exceptuando el coeficiente de caja, que se incrementa hasta el 5,5%. Este ritmo de reducción mensual fue modificado posteriormente en el 0,10% por la Orden ministerial de 27 de abril de 1979, y devuelto al 0,25% por el Decreto 73/1981 y la Orden ministerial de 17 de enero de 1981. Finalmente, el Real Decreto 37/1989, de 13 de enero de 1989, sobre coeficientes de inversión obligatoria de las entidades de depósito, estableció un calendario de reducción de los coeficientes hasta su total extinción el 31 de diciembre de 1992.

En abril de 1978 las "rubias" y todas las monedas fraccionarias, desaparecen de la circulación, Para comprar se habilitan sellos, cajas de cerillas y " vales " impresos por las entidades de ahorro. El problema dura unos cuantos meses.

En 1978 se empieza a hacer descuento comercial, que hasta entonces no estaba permitido a las Cajas. Una manera de saltarse esta limitación consistía en hacer pólizas de crédito que eran garantizadas mediante papel que se tomaba en gestión de cobro.

En 1978 se crean las primeras zonas, la primera la dirige el Sr.. Pagès, la segunda Jaume Jorba, y la tercera Fermí Grabulosa.

En cuanto a formación genérica, se basaba en el "curso vestibular", que trataba sobre temas teóricos y prácticos relativos a operativa general de la Entidad. Los datos del año 1978 eran de una participación de 65 empleados con 60 horas lectivas
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