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páginas vividas 70

Cuando volví del servicio militar en enero de 1970, la primera tarea fue participar en la captura de la información para mecanizar el préstamos, y aprender nueva terminología, campos, registros, relaciones, bases de datos, bytes, Century-200, y oír hablar por primera vez de nanosegundos.

Durante un par de años mi trabajo consistió en poner en funcionamiento nuevas oficinas, o suplir a los Delegados durante las vacaciones.

Los desplazamientos en tren, autobús, vehículos compartidos, y finalmente con mi Seat 850. Sant Feliu, Igualada, Corbera, Vilanova del Camí, Santa Margarita de Montbui, Pallejà, San Sadurní, Sant Boi donde junto con Jaume Jorba cortamos mi primera "rueda de talones", Martorell, Cornellà, Esplugues, L'Hospitalet, El Prat, Gavà, Begues.

Fueron los años de los estudios nocturnos en EADA, junto con Josep Garriga, y de aprenderme de memoria las curvas de la carretera de Begues.

El lunes 6 de diciembre de 1971, iba hacia Corbera y al llegar a Vallirana los coches estaban parados. La riada se había llevado el puente de Molins de Rei. Un cliente de Cervelló que me conocía, me acompañó por una pista de montaña hasta llegar a La Palma.
Abrí a la hora.

En 1973 en España había 87 cajas de ahorros, agrupadas en 11 federaciones regionales integradas en la CECA. Caixa Penedès que había ido escalando posiciones, se había situado en el lugar 28 º y ya tenía 47 oficinas, incluida la central, con un pasivo de 6.300 millones de pesetas, y yo, "el noi tendra" tal y como me llamaba el Sr. . Insensé, con poco más de veinte-y-seis años me había casado, esperábamos un hijo, y no me hacía mucha ilusión convertirme definitivamente en Delegado de oficina. Cuando me preguntaron sobre mis aspiraciones, solicité conocer la entidad más en su conjunto.

La respuesta fue proponerme que me encargara de la inspección de las oficinas. Quizá ya sabéis que tengo el privilegio de haber participado en 1974 en la I Convención Estatal de Auditores de Cajas de Ahorro, que se celebró en el Hotel Don Quijote de Madrid, y donde se pusieron las bases de lo que para mí ha sido la auditoría interna, una profesión dentro de la profesión de empleados de las Cajas de Ahorro. Actuó como coordinador D. Angel Galán Galindo, que ya había estado en Vilafranca como inspector del Instituto de crédito y Ahorro (ICA), y pude hacer buenas amistades con los auditores de otras cajas, y especialmente con los jefes de auditoría de la Federación Catalana y Balear con los que posteriormente pude cursar en ESADE el Diplomado de auditoría interna, y participar activamente en los Grupos de trabajo de las convenciones anuales a la CECA.

Las tareas de auditoría reclamaban una mayor flexibilidad profesional y un ritmo de trabajo trepidante.

La Caja pedía mucho, pero también me dio buenas herramientas, el personal necesario, un excelente trato y, lo que es mejor, posibilidades de formación continuada, cursos, convenciones, viajes de trabajo. A modo de ejemplo os puedo decir que cuatro cajas catalanas, Manlleu, Manresa, Sagrada Familia y Penedès compartíamos un piso en la calle Gaztambide para los desplazamientos a Madrid.

En Junio de 1977 se acabaron las salidas a la calle para desayunar, con la inauguración de la cafetería en la sexta planta del nuevo edificio y la incorporación de Joan Rubió que venía de Cal Tabola.

La Casa Gran a Valldosera. Querol

Joan me echó una mano cuando celebramos con un cordero, el nacimiento de mi primer hijo en la Casa Gran, una finca agrícola que la Caja tenía en Valldossera. La auditoría interna se situó en la tercera planta del nuevo edificio.

Muy pronto, el primer equipo de auditoría interna con María Rosa Farré, que ahora nos deleita con su blog de "la vinya vermella".

A primeros de enero de 1978 fui de inspección a la oficina 019 L'Hospitalet. El Delegado y el Interventor habían cometido irregularidades, y acabó en un doble despido.

Por la mañana cuando llegué la oficina, antes de las ocho,ya había en la calle una gran cola de gente. Pregunté que pasaba a una señora que hacía cola y me dijo "la Caja anda en quiebra, y el Director General se ha fugado con la secretaría".

Fueron días muy duros que demuestran cómo es de frágil el riesgo reputacional.

Desembarcó un equipo de apoyo de la Central y de otras oficinas, con el Sr.. Ferràs al frente y se detuvo el conflicto, dejando reintegrar los fondos a todo aquel que lo quisiera, enseñando montañas de billetes a las "fuerzas vivas" del barrio, y cuando la cosa se calmó un poco, llevando mediante el compañero Salvador Sadurní , el portero del Barça durante 16 temporadas, a Cruyff, y a otros jugadores del Barça a firmar pelotas de fútbol.

pallejà
Sadurní, Rifé, Torres, Costas, De la Cruz, Juan Carlos, Rexach, Asensi, Cruyff, Sotil y Marcial.

 

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