paginas vividas 2000

Recuerdo con emoción la celebración de mis veinticinco años de auditor interno, en el acto de la Convención de Auditores en Vigo, en septiembre del 2000.

El equipo de auditoría interna nos fuimos preparando para conseguir que todo estuviera listo para la entrada en vigor de las monedas y billetes de euro, a partir de 1 de enero de 2002. Participamos muy activamente en las campañas de comunicación a los empleados y a los clientes, y en la logística de sustitución de las pesetas por euros.

La actividad de la auditoría interna va adaptando las aplicaciones informáticas departamentales a las nuevas aplicaciones institucionales como, el análisis y seguimiento del riesgo, recuperaciones, mesa de tesorería, banca por internet, EMV de Medios de Pago, SACOM en tecnología web , servidor financiero, construcción del Datawarehouse, herramientas de procesos y a la aparición de nuevos productos y servicios, seguros de cambio, derivados, depósitos estructurados, comercio electrónico, etc ..

La morosidad latente ha sido un punto de especial atención para la auditoría con la asignación y el control de las provisiones necesarias para atender el fuerte incremento del crédito.

En Enero de 2005 pudimos establecer "Nuevos Horizontes" para el área de Auditoría y Control Interno. Los impactos de Basilea II, los informes de autoevaluación de capital, la aparición de nuevos requerimientos de control de los riesgos como el control de riesgo operacional, los del Código de Conducta de la CNMV, la prevención del Blanqueo de Capitales, las normativas contables (NIIF) y de transparencia, las nuevas directivas del Mercado de instrumentos financieros, obligaban a especializarnos y a destinar recursos al cumplimiento de las nuevas funciones. Había que delimitar funciones y niveles y diferenciar los puestos de trabajo, distinguir responsabilidades y facilitar la valoración y el cumplimiento de los objetivos establecidos.

Con la nueva etapa y el nuevo enfoque, queríamos obtener una estructura más sólida en base a las necesidades reales, ampliación de recursos, mejor delimitación de responsabilidades, y funciones, mejor forma para trabajar en equipo, un planteamiento de carrera profesional y la optimización del plan de formación específico.

Creo que el balance es positivo pero no suficiente. Todavía hay muchas lagunas y carencias, mucho trabajo por hacer para los auditores de hoy y de mañana.