paginas vividas 50

Mi madre es quien me enseñó el ahorro como virtud. Un medio para ahorrar eran los álbumes de cromos. "Historia Sagrada", "Historia de España" "De la Tierra a la Luna", Historietas divertidas y jocosas "... , Se compraban los cromos a una peseta, el importe del álbum se ingresaba en la libreta.

El Cuerpo de Adjuntos y Junta de Gobierno, personas de prestigio en Vilafranca, como el alcalde Sr. Galimany, el Sr. Bosch y el Sr.. Guasch de las farmacias, el Sr. Dean, Mosen Tomas Pujadas, eran los encargados de otorgar los premios a la constancia en el ahorro cada 31 de Octubre, y gracias a la Caja me fue posible ir de colonias a Valldossera y después ir consiguiendo las becas de estudio, que eran una gran ayuda para pagar el Colegio de San Ramón.

Aquel "San Ramón" de los primeros años sesenta, época final de mis estudios de bachillerato, relleno aún de asignaturas de historia, de literatura, de religión, de política, de latín, acogía los últimos cursos muy pocos alumnos-sólo ocho o diez por curso. Era una institución pequeña, no era oficial, te habías de examinar "por libre" en un Instituto, pero era a la vez muy entrañable. Destacaban algunas personalidades que, por sus conocimientos, profesionalidad o talante, llamaban la atención de los alumnos. El Padre Piqué, el Sr. Bermejo, el Padre Sebastián Pérez, el escultor, una persona de comportamiento ejemplarmente espartano, al que escuchábamos siempre con atención, y también con cierto temor cuando nos hablaba, gesticulando con energía, y llevando bajo el brazo su famosa regla "negrita ", la punzada de la que en un momento u otro nos había calentado los dedos.

El colegio y el aspirantado de Acción Católica, me permitieron vivir aquellos años de juventud en un círculo de compañeros que propiciaba que arraigaran buenas amistades. Algunas de ellas he tenido el gozo de poderlas profundizar y consolidar a lo largo de los años.